¡Holiiiii!
Tenía dos capítulos hechos, sin embargo, no me convencen del todo, dado que si bien el 40 salió bastante decente (aunque largo) el 41 tiene muchos arreglos que tengo que hacer dado a unos fallos que explicaré en tiempo y forma y, a partir de ahí, habrá revelaciones vitales, que no sé si transmitirlas a través de los relatos o no. Así que decidí dejarlo para otro momento, cuando tenga las ideas más claras, ya que debido a lo que ya dije que los capitulos originales estaban muy mal debo cambiar, editar y pensar muchas cosas. Por eso no público, ya me decidiré a hacerlo cuando deje de verlo mal.
En fin, no importa. Este relato me costó lo mío, porque tuve que retomar el punto de vista de Víctor y ahí empiezan los problemas. El contraste entre el humor de Víctor de los relatos iniciales, donde tanto él, como Giovanna, seguían las recomendaciones estrictas de su padre a que, de repente, él hiciera cosas como contar las historias, sabiendo lo que implican (aunque ella, en cierto modo, se pasó los relatos aferrándose cada vez más a Semil hasta que no tuvo más remedio que dejarlo ir). Así que revisé los capítulos hechos de Stern, en busca del patrón y percibí detalles interesantes, en el capitulo 34 puse que Víctor "estaba harto de que su padre no le contase las cosas" y en el 39 Siméon dice "no podemos juntarnos a placer solo por ver como reaccionan las demás personas a ello". Y, entre una cosa y otra llegué a este relato, en donde decidí tomar un riesgo. Y es utilizar la información del capitulo 36, donde se desvela que Eivan andaba investigando el bosque, por aquel entonces. Espero que lo apreciéis.
Recuerdos de Stern 5.3 Rebeldía