Características de las distintas razas

Características de las distintas razas en mi historia

Aquí pondré las características de las distintas razas y algunos datos de interés sobre éstas. Iré aumentándolo conforme vaya avanzando en la historia; así que pasaos de vez en cuando, para informaros o recordar.


Seyens: son semiángeles, encargados de la protección y salvación de los humanos y de la destrucción de las criaturas maléficas que los amenazan.

Características:

Poderes psíquicos:  leen la mente, hacen olvidar, provocan *ilusiones, ...
*: Las ilusiones no son solo visuales sino que también influyen en los otros sentidos, porque engañan a la mente y esta controla los sentidos, entre otras cosas. También crean ilusiones de dolor de cualquier magnitud.

Volar y rápido: Pueden crear alas etéreas y volar con ellas a la velocidad de la luz.

Habilidad y manejo armas blancas: un seyen puede llegar a manejar con éxito casi cualquier tipo de arma, en poco tiempo. La razón de ello proviene de sus raíces originales, los primeros protectores de los humanos fueron, principalmente, arcángeles y ángeles enviados por Dios para salvaguardarlos. Cuando el arma es antigua esta rejuvenece al instante, afilándose, incluso, por la acción de la energía angélica que poseen sus nuevos portadores.

Regeneración: todas sus heridas se curan rápidamente.
—Esta habilidad es involuntaria, ya que no son ellos quienes la generan sino que se desencadena automáticamente después de sufrir la herida o de transformarse en seyen (si la herida es anterior a esta). Es una cualidad inmediata e incontrolable, sin embargo no sirve para heridas mortales (una arma clavada directamente en el corazón, por ejemplo).

Adaptación: su cuerpo y su mente se adaptan a todos los cambios de tal modo que resisten al frío y al calor (pero lo notan) y pueden asimilar cualquier horario, lo que les permite estar despiertos y conscientes a cualquier hora, independientemente de la hora y el estado en el que se duerman (necesitan dormir al menos 2 horas como mínimo para que esa habilidad tenga éxito). Es por esa habilidad que tanto sus movimientos como sus sentidos se acompasan a la velocidad del vuelo. 
*Debido a la adaptación de su vista al vuelo pueden ver lo que se mueve a gran velocidad.*

Atracción: suelen generar una atracción que insta a las otras razas a acercarse a ellos. En los vampiros, licántropos y demonios genera un deseo casi incontrolable de alimentarse de ellos. En los humanos esa habilidad se asemeja mucho a la seducción y además genera un poder hipnótico que elimina cualquier duda a la hora de seguir a un seyen o hacerle caso, (hace que esa parezca la mejor opción), y les permite cierto control sobre ellos. Para la hipnosis los seyens tienen que mirar directamente a los ojos del humano.

Instintos más desarrollados: como su nombre lo indica ellos poseen unos instintos más desarrollados que los de los humanos, lo que les permite reaccionar antes y más eficazmente ante las situaciones peligrosas. Además poseen unos instintos propios de los seyens. Estos son: defensa, protección, salvación y supervivencia entre otros.

Resistencia a la luz: la luz no incide sobre ellos con la misma fuerza que sobre los humanos, lo que reduce o incluso suprime el riesgo de ceguera por deslumbramiento. Tampoco les lastima el sol, ni en los ojos, ni en la piel, pero, al igual que los seres humanos, pueden broncearse.

Brillo lunar y absorción de energía: al surgir la luna su piel va adquiriendo un brillo translucido que aumenta o disminuye según factores como la fase de la luna en la que se encuentran, o la necesidad de camuflarse entre la noche. Sin embargo, esa luminosidad no es algo que deslumbre, ni se perciba a grandes distancias, sino como una capa protectora que se funde con la piel. Si sus enemigos les tocan, en ese estado, permiten a los seyens absorber su energía vital, llegando hasta matarlos si no se separan a tiempo.

Indétectables: resulta casi imposible para un vampiro, demonio, o licántropo, localizar a un seyen y diferenciarlo de un humano. Los seyens no poseen un aroma particular, a pesar de la atracción que generan, y su energía solo puede ser percibida por uno de los suyos.

Además de esas características los seyens suelen ser algo más ágiles y resistentes que los humanos, pero sin exagerar. Finalmente, existen circunstancias por las cuales algunos seyens pueden llegar a adquirir habilidades propias, que son capacidades especiales que surgen en ellos, como una mayor rapidez, o dotes adivinatorias. Dependiendo del seyen y sus circunstancias/necesidades, pueden manifestarse tras la transformación, como reacción (o protección) frente a algún peligro, o ser innatos. 

Vampiros: 
criaturas nocturnas dotadas de peligrosos colmillos y tez clara que se alimentan de la sangre de los humanos. Son por antonomasia criaturas de la noche, por lo cual aunque pueden salir de día, la luz del sol los debilita, pudiendo llegar esta a matarlos si es muy intensa.

Fuerza sobrehumana: tienen una fuerza muy superior a la humana. (Pero no son Superman ni nada parecido, su fuerza tiene límites.)

Mayor Rapidez: se mueven a la velocidad de la luz

Extrasensorial: tienen los sentidos de la vista y olfato muy desarrollados, percibiendo de lejos la sangre y otros aromas llamativos para ellos.

Uñas "reforzadas": cuando se transforman las uñas de los vampiros se convierten en su arma por excelencia, volviéndose largas y filosas, según ellos lo requieran.

 Sanación: pueden hacer que sus heridas se curen rápidamente, pero a diferencia de los seyens esa habilidad requiere energía y cuanto más grave es la herida, más energía necesita y más los debilita su uso. Dependiendo de la gravedad de la herida es muy probable que los vampiros necesiten alimentarse después de usarla.

*Atracción: suelen generar una atracción que insta a sus víctimas a acercarse a ellos.

*Hipnosis: los vampiros para poder alimentarse sin que sus víctimas opongan resistencia pueden eliminar cualquier deseo de defensa, resistencia o, incluso, paralizarlas momentáneamente. Solo pueden hacerlo mirando a los ojos de su victima.

Mordedura: A través de su mordedura, los vampiros pueden succionar la sangre de su víctima, siempre que mantenga clavados estos. Además, extienden un fuerte veneno que "congela" a la víctima por dentro durante un tiempo. Suele ser más efectivo en los otros seres sobrenaturales (seyens incluidos), aunque a los humanos también les afecta


Licántropos: criaturas con la capacidad de convertirse en lobo. Lo hacen en luna llena, cuando estallan de furia o, simplemente, cuando quieren. Auténticos depredadores, cazan a sus víctimas, persiguiéndolas hasta que llegan a atraparlas, para luego morderlas y alimentarse de su carne.

Sus instintos son muy parecidos a los de un lobo corriente, por lo cual tienden a organizarse en manada y cazar juntos. Siempre y cuando encuentren una, claro. La mordedura de un licántropo basta para convertirte en uno, aunque el proceso no suele ser rápido y solo se culmina una vez lograda la primera transformación en lobo.

Extrasensorial: tienen los sentidos de la vista, olfato y oído muy desarrollados.

Fuerza sobrehumana: tienen una fuerza muy superior a la humana. (Pero no son superman ni nada parecido, su fuerza tiene límites.)

Habilidades de lobo: cuando se transforman los licántropos poseen la mayoría de las características y habilidades de los lobos.

Poder de mando: cuando un licántropo convierte a otro se crea un lazo entre ellos, convirtiendo al creador en una especie de segundo progenitor al que es casi imposible desobedecer. Pues, al controlarle e introducirlo en el mundo de los licántropos, (enseñándole todo lo necesario para sobrevivir), el creador va adquiriendo poco a poco una voz de mando que somete al creado si lo desea.

Resistencia: su cuerpo es más resistente a los golpes, razón por la cual suelen levantarse inmediatamente después ser lanzados de tal forma que su cuerpo choque contra algo y caigan.

Sanación: pueden hacer que sus heridas se curen rápidamente, del mismo modo que los vampiros y, por lo tanto, su uso les agota de la misma forma.


Demonios: son criaturas malignas que se alimentan absorbiendo la energía vital de sus víctimas.
Poseen múltiples y diversos poderes de todo tipo, incluso pueden poseer los mismos poderes que los seyens, los vampiros o los licántropos.

La cantidad y el tipo de poderes que pueden reunir hacen que sean una de las razas más poderosas que existen.

Suelen tener dos formas, una demoníaca y otra que usan para ocultarse de los humanos, convirtiéndose en lo mismo que ellos.

*Atracción y *Hipnosis: Al igual que los vampiros, los demonios pueden generar una atracción que insta a sus víctimas a acercarse a ellos, eliminando cualquier deseo de defensa o resistencia; o incluso controlarlas y, o, paralizarlas momentáneamente.  Solo pueden hacerlo mirando directamente a los ojos de su victima.

Instintos más desarrollados (todos): Igual que los seyens, los demonios tienen instintos mucho más desarrollados que los humanos.

Sanación (todos): Pueden hacer que sus heridas se curen rápidamente del mismo modo que los vampiros y licántropos; y con las mismas consecuencias.

Control de las heridas y absorción de energía (todos): los demonios poseen un control casi total de las heridas infligidas pudiendo abrirlas y cerrarlas a voluntad y, a partir de éstas, absorber la energía vital de sus víctimas. Para controlarlas y absorber la energía necesitan contacto directo con esta, y cuanto más grave sea la herida más energía absorben. Hacerlo les produce placer, de ahí que a menudo acaben torturando a sus víctimas en vez de matarlas directamente.

*: Esas habilidades no funcionan con los seyens.


Habilidades comunes a todas estas razas:


Inmunidad a: enfermedades, alergias,

Visión nocturna: Pueden ver en la oscuridad.

Detección: Los vampiros y los licántropos detectan a las otras razas por el olor y los seyens y los demonios por la energía vital.

Otros datos:

Realmente uno solo se transforma en Seyen si ha llegado a la madurez y, sobre todo, si existe algún peligro (generado por la presencia de vampiros, licántropos o demonios) tanto para él como para los humanos de la zona en la que vive.

No existe edad clara para la madurez, pero es imposible transformarse a los catorce años, ni a partir de los veinticinco. Para precisarlo más, la transformación sería entre los quince años (el más joven) y los veinticuatro (el más viejo).

La transformación en Seyen también puede ser hereditaria. Es decir, si tu padre/madre, o los dos, lo fueron es muy probable que tu también te conviertas en uno. En este caso conviene precisar que los hijos de dos seyens se transforman obligatoriamente, cuando llegan a cierta edad. Pero los hijos de un seyen y un humano no tienen porqué transformarse. 

Por último, aunque es un fenómeno inusual del que llegaron a registrarse pocos casos, algunas mujeres Seyen llegaron a sufrir los cambios propios de un embarazo. Pero este es diferente del de un humano, al igual que los niños que pueden llegar a concebir. Los hijos tanto de dos seyens, como de uno solo (con una humana) son especiales. Llegando desde desarrollar algunas características de sus progenitores no humanos, hasta despertar alguno de sus poderes antes de la transformación. En los hijos de un Seyen y una humana el despertar de los poderes se interpreta como una señal de que este se convertirá en un futuro próximo.

Para convertirse en licántropo basta con ser mordido, pero no asesinado, por uno. Y para convertirse en vampiro el vampiro tiene que morderte y luego, mezclar su sangre con la tuya.

Debido a su condición de mutables los demonios pueden llegar a concebir, pero deben hacerlo en su forma original. La humana es incapaz de soportar los cambios que supone este fenómeno. Los vampiros y licántropos, al no poder cambiar de forma desde el momento de su conversión, no se pueden reproducir.

También existen casos de "híbridos" engendrados por una humana y una criatura sobrenatural en género masculino. Sin embargo, exceptuando a los que nacen de un Seyen, muy pocos de ellos sobreviven. La gestación de los niños supone un debilitamiento paulatino de la humana, reduciendo poco a poco su vida hasta el momento del parto, si es que este llega a producirse.

Todos son prematuros (pero desarrollados de tal forma que no necesitan cuidados), criándose a un ritmo similar al de un humano hasta que llegan a la preadolescencia. Es entonces cuando sufren los cambios propios de su especie original, incluida la necesidad de alimentarse como ellos.

En los hijos de demonios esos cambios culminan en una conversión demoníaca; mientras que los hijos de vampiros o licántropos, con humanas, se quedan en una etapa intermedia. Son más débiles que los de su especie y la mayor parte de ellos incontrolables. Esto es debido a que se crían en un ambiente ajeno al suyo, sin nadie que les enseñe qué son y cómo sobrevivir. Muchos de los híbridos pueden llegar a hacer la asociación lógica entre matar y sobrevivir, pero no entre lo primero y cuidarse. Su apetito es tan voraz como de intensas son sus emociones, llegando incluso a cegarlos en no pocas ocasiones. 

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